Bruno Spínola, joven idealista, primogénito y heredero de una encumbrada familia de la Génova renacentista, cursando leyes y estudios mercantiles en Florencia descubre que su verdadera vocación es la investigación histórica y decide viajar a Roma y a Siena tras las huellas de la familia Borgia en el verano de 1513, diez años después de la muerte del papa Alejandro VI y durante el pontificado de León X. Su viaje a Roma resulta tan peligroso que en varios momentos del mismo pone en riesgo su vida, en un insensato afán de ganar experiencia y endurecer su espíritu. Tanto en Roma como en Siena, Bruno Spínola entrevista a testigos que vivieron de cerca aquellos negros acontecimientos y en la proximidad de aquella brillante y muy especial familia Borgia. El joven Spínola se sumerge tan profundamente en sus hallazgos históricos que se obliga a respirar a través de los poros de la piel del papa Borgia y de su terrible hijo César, entre escalofríos y sobresaltos que le hacen plantearse abandonar su misión y volver a Génova a reanudar su vida tranquila, marcada por la rutina de las formalidades del Derecho y de la contratación mercantil. Mas, decide llegar hasta el final tras vivir noches de lobos y días de terror, de venganzas, de venenos y crímenes defendidos como razón de las sinrazones de aquellas vidas. En villa Milagro, a las afueras de Siena, las “segundas manos´” de César Borgia siembran el terror sobre el escenario en la “hora mágica” con la frialdad de la hiena y la fidelidad de un mastín napolitano en defensa de la memoria de sus amos, los Borgia.