¡Malditos alienígenas!. El conjunto de los dieciocho relatos de este libro guarda, sin duda, relación con los contenidos en libros anteriores, “Pasajes de la memoria” y “¡Más madera para la caldera!”. Hay textos más o menos biográficos ¿quién no?; y otros basados en el ejercicio de la imaginación. Tampoco falta algún ensayo sobre la diversidad social y urbana, asunto que es del mayor interés para el autor. Tal vez en el caso de los textos aquí contenidos, la imaginación ha caminado algo más suelta que en las veces anteriores.
El relato que da nombre al conjunto es del todo fantástico, o tal vez no. En nuestro país, donde todo parece al límite del absurdo, e incluso como diría Zane Grey, con la vida casi siempre moviéndose “al oeste del Pecos”, todo es posible. La ficción y la realidad en España son difíciles de distinguir.
La saga del marinero inglés, que recorre todos los libros, experimenta aquí un decidido impulso, merced a los datos inéditos, aportados por la familia Collins, que han permitido aclarar algunos enigmas y dar viento de bordada a esta serie de relatos. El tema portugués también está presente en este tomo, y de nuevo aparece entre los cuentos un ensayo, dedicado esta vez a una ciudad fantástica, Estambul, cuya visita es siempre necesaria.
No sabemos si habrá una cuarta entrega de este tipo de relatos, pero conociendo algo al autor, no sería de extrañar que tenga ya en mente otra serie. Esperemos que no haya que aguardar otros dos años para que vea la luz.