La vida de Danel no es nada fuera de lo común. Vive en Madrid, tiene un trabajo de mierda, con una familia desestructurada, un padre putero, una hermana drogadicta y, además, perdió a su madre hace poco por culpa del maldito cáncer.
No hace más que pagar facturas y trabajar. Nunca ha estado enamorado por su carácter independiente y soberbio. En todos los sitios cuecen habas, hay ovejas negras y garbanzos duros, y él se lleva la palma. Los únicos motivos que le merecen la pena vivir son sus amigos, la festa y los hombres.
Su vida iba asquerosamente normal y casi perfecta, hasta que el destino quiso que una serie de acontecimientos se cruzasen en su camino, un accidente lo cambiará todo. Daniel se despertará en el mismo lugar donde vivía, pero algo ha cambiado. No ve las mismas personas, el tiempo y el espacio está alterado por las leyes del Limbo.
¿Está vivo? Si sigue vivo, el mundo que conocía ya no es lo que era. ¿Está muerto? Si ha muerto, ¿estará en el cielo o en el infierno? Y si no ha muerto ni ha sobrevivido, ¿a dónde ha ido? ¿Qué hace ahí?
Será odiado, querido, amado, perseguido, condenado y ejecutado por todos. Danel tendrá que averiguar dónde se encuentra, conocerá a gente que vaga sin destino, sabrá quién maneja los hilos de ese lugar y cuál es la auténtica verdad del Limbo.
Un paraíso en el inferno de los paraísos.