Una familia de origen llanero vive la plenitud que otorgan los paisajes campestres. Toda esta felicidad estable es interrumpida por grupos armados que van visitando haciendas en búsqueda de adeptos que les apoyen con posada y servilismo. El escenario rural es testigo de enfrentamientos desencadenados por estos milicianos, que empujan a la familia a migrar hacia un pueblo de estilo colonial, que ha sido fundado respetando la permanencia de los recuerdos, llamado Villantaño.
El protagonista de esta historia, Abel León Avendaño, crece en este pueblo hasta caer en cuenta de que está plagado de mafias que controlan los medios de comunicación y los entes gubernamentales. En su afán por cambiar esta podredumbre, decide contactar a Lucifer para que le ayude a convertirse en alcalde de Villantaño. Logra su cometido y transforma al pueblo en una suerte de utopía.
Tras adquirir consciencia de que en su hogar de cuna vivía feliz, Abel finalmente comprende el propósito sobre el cual fue fundado Villantaño. No sin antes haber comprendido que fue una mala idea haber invocado al maligno para cambiar al pueblo según sus antojos. Entonces decide contar su historia antes de que esta vuelva a repetirse.