En un pequeño pueblo del Cerrato palentino, un niño vive plenamente integrado en la vida rural, explorando el mundo con una curiosidad desbordante y una imaginación sin límites. Sin embargo, su día a día se ve ensombrecido por una escuela fría, despersonalizada y monótona, donde el aprendizaje se convierte en una rutina agotadora.
Todo cambia con la llegada de Séneca, un maestro interino cuya metodología, inspirada en la Institución Libre de Enseñanza, abre una nueva ventana al conocimiento y deja una huella imborrable en el protagonista. A través de su enseñanza cercana y libre, le muestra que aprender puede ser una aventura apasionante y que los libros pueden ser compañeros inseparables en el camino del descubrimiento.
Sin embargo, su mundo experimenta un drástico cambio cuando sus padres deciden trasladarse a la capital. La partida del pueblo representa para él una profunda angustia, marcando el doloroso final de una etapa en la cual ha construido su identidad y comenzado a vislumbrar su vocación.
Esta novela es un homenaje a la infancia, a su riqueza emocional y a su derecho a ser comprendida y escuchada. Mediante una mirada sensible y evocadora, la historia nos sumerge en el tránsito de la niñez a la pubertad, en la nostalgia de los primeros cambios y en la huella imborrable de aquellos maestros y libros que marcan nuestras vidas para siempre.