¿Qué ocurre después de la muerte? ¿Adónde va el alma tras abandonar el cuerpo? ¿Vagará entre nosotros sin que nadie lo note o se perderá en algún lugar lejano del Universo? Nadie lo sabe. En esta divertida novela, la autora nos da su versión. El alma de un difunto se encuentra con la de otro, que en vida había sido su mejor amigo, y se lanzan juntos a una curiosa aventura en las calles de su pueblo natal. En Cuba, donde ocurren estos insólitos acontecimientos, nadie se aburre, tampoco los muertos. Y nuestros amigos fantasmas parecen más vitales que los seres vivientes. Vitales por sus bromas, sus chistes y sus risas. Llena de sabor cubano, la historia nos hace reír; pero también pensar. En resumen, una novela atractiva y diferente, con elementos únicos donde el humor tiene un gran protagonismo y donde la muerte deja de tratarse como tabú negativo.