La iluminación no es un cuento para niños. Se necesitan varias técnicas y años de entrenamiento para conseguirla. Pero a cada cual le afecta de modo diferente la iluminación, el samadhi, satori, nirvana o como se le quiera llamar. En mi caso fueron revelaciones en estado de trance y semiconsciencia. Un proceso bastante duro.
¿Y qué decir de la iluminación? Pues que nadie se arrepiente de haber vivido el proceso. Este es un libro para su estudio y divulgación, ya que nadie es más importante que nadie y la fuerza del grupo puede más que el conocimiento de uno solo. Tal y como dijo un yogui: «Si quieres saber algo, léelo, si en cambio quieres conocerlo, practícalo, y si quieres dominarlo, enséñalo».
Pues bien, el lector tendría que tener estos tres conceptos bien claros para progresar en la vida, ya que solemos leer algo y ya creemos que lo conocemos.