¡QUÉ MARAVILLA EL TIEMPO DE LA CRIANZA! Se viven experiencias y emociones inolvidables y verdaderamente auténticas. Tanto para el educador como para el niño, constituye un tiempo de pureza absoluta. Todo es desde la verdad, desde el asombro, desde la humildad, desde la sencillez…, desde el amor. Y, cómo no, todos los niños en algún momento nos sorprenden con preguntas que, de pronto, nos puede resultar difíciles de responder. Este cuento se plantea como un relato didáctico a las preguntas: ¿de dónde vienen los niños?, ¿por qué nuestra familia no es como esa otra?, pero ¿por qué el tono de mi piel es distinto de la del resto de la familia? Se intenta ofrecer las herramientas básicas para responderlas desde la sencillez y desde la verdad, presentando a la vez otras «puertas» que cada educador «abrirá» al niño cuando sea su momento. Y todas esas preguntas que surgirán desde esta respuesta, lo harán asentadas desde un buen lugar: desde el amor.