Desde que en 2010 comencé a estudiar la situación en que se encontraba el patrimonio organístico toledano, trabajo que culminó con la publicación en 2015 del Inventario de los órganos antiguos de la provincia de Toledo, siglos XVI-XIX, editada por el Arzobispado de Toledo, mi sospecha de que en Talavera de la Reina el patrimonio organístico había sufrido un grave deterioro fue in crescendo. Esta fue la razón por la que, una vez publicada la anterior obra, me puse a investigar sobre lo ocurrido con el patrimonio organístico talaverano, ya que, si en las iglesias más pequeñas de la provincia hubo un órgano antiguo de tubos, era pues lógico que en las grandes iglesias de Talavera de la Reina, como La Colegial, Santa Catalina, Convento de Santo Domingo, Convento de los Jesuitas, Basílica del Prado, etc., también hubiera existido alguno de ellos. Sin embargo, en la actualidad, únicamente se mantiene un órgano del siglo XVIII en la iglesia de Santiago El Nuevo y uno del siglo XIX en Convento de San José. Tras investigar principalmente en los documentos que nos ofrecen, principalmente, el Archivo Histórico Provincial de Toledo y el Archivo de La Colegial de Talavera de la Reina, descubrí que en esta ciudad se construyeron más de 29 órganos de tubos a lo largo de los siglos XVI al XIX.
Es difícil comprender cómo se puede llegar a perder un patrimonio artístico tan importante como el que constituyen los órganos históricos. Es por ello por lo que, desde que empecé a tener en mis manos documentos fehacientes que atestiguaban tal descalabro, me decidí a que este trabajo viera la luz, y el resultado es este libro que ahora tiene en sus manos. No obstante, para poder comprender la importancia que tiene un patrimonio organístico, no me he limitado solo a exponer la documentación,
sino que previamente he introducido unos capítulos que ayuden a hacerse una composición de lugar sobre el propio instrumento, su importancia artística y para la liturgia católica, así como las circunstancias socioeconómicas que se produjeron en Talavera de la Reina que permitieron construir un número tan alto de estos órganos históricos.
Mi primera intención al publicar este trabajo es la de contribuir, con esta humilde aportación, a acrecentar la sensibilidad y el cuidado sobre cualquier patrimonio artístico, ya que tenemos la inmensa suerte de haber nacido en un país con un patrimonio cultural que se encuentra entre los más importantes del mundo.