En 1839, José Alomar Burgos era un simple marino mallorquín, patrón de un jabeque con el que surcaba el Mediterráneo, comerciando de puerto en puerto. El destino quiso que la inesperada muerte de su suegro cambiara radicalmente su vida, embarcándose en una apasionante pero arriesgada aventura: hacerse cargo de una hacienda en Puerto Rico, de la cual dependía el futuro de los suyos. La incertidumbre, las rencillas familiares, las intrigas políticas y financieras, los conflictos generacionales, el cólera y «la seca», la difícil relación con los esclavos y los nuevos vientos emancipadores fueron algunos de los elementos que marcaron la vida de José Alomar, Gertrudis Famanía y sus hijos, en un ambiente por momentos irrespirable; poniéndolos a prueba durante los más de treinta años que abarca esta historia. Pero fueron los esclavos los verdaderos protagonistas (silenciados) de las haciendas. Ellos soportaron no solo las mismas vicisitudes de sus amos, sino también la injusticia de vivir sometidos a todo tipo de vejaciones y abusos. A su memoria va dedicado este libro, que no solo recupera y pone en claro los entresijos de una saga familiar: también retrata, con rigor histórico y pulso novelesco, las luces y las sombras de toda una época.