En el año 2013, el número de rumanos residentes en España ascendía a 925.140, y en Aragón a 66.825. Estas cifras han sido el resultado de un aumento progresivo y constante desde finales de los años noventa del siglo pasado, y tras la caída del régimen de Nicolae Ceaucescu con la Revolución de 1989, a la que siguieron al año siguiente unas políticas de privatización y cambios económicos acelerados que dieron como resultado una importante bolsa de desempleados en Rumanía, origen de las migraciones hacia otros países y de entre ellos España.
Dentro del contexto europeo y español, Aragón durante ese periodo de tiempo ha tenido un protagonismo especial, ya que a partir del año 1996 se empiezan a registrar los primeros contratos de trabajo a rumanos. Conocer a este contingente resultaba interesante desde muchos aspectos, máxime cuando a partir de una fecha determinada, el año 1998, se convirtió en uno de los colectivos de inmigrantes extranjeros con mayor peso relativo presentes en Aragón, y que no dejaría de ascender en los años sucesivos, llegando incluso a duplicarlo en el 2001.
Surgieron muchos interrogantes como: ¿En qué año empiezan a llegar los rumanos a España y Aragón?; ¿de qué forma se introdujeron en el territorio?; ¿es el pueblo rumano presente en Aragón homogéneo, desde el punto de vista étnico?; ¿cuál ha sido el protagonismo de las confesiones religiosas como la Ortodoxa, Pentecostal y Adventista?; ¿cómo ha sido el aprendizaje del español entre los rumanos aragoneses?; ¿han existido determinados sectores económicos que han atraído al contingente rumano?; ¿dichos sectores se enmarcan en la economía sumergida, servicios, prostitución?; ¿cuál ha sido la distribución espacial por comarcas del contingente?; ¿existen partidos políticos y asociaciones propiamente rumanas en Aragón?; ¿se ha planteado el contingente rumano en Aragón el retorno a Rumanía?.
Todas estas y muchas más cuestiones son respondidas y clarificadas en este libro sobre una población, la rumana, cuyo país ingresó en la UE en el año 2007, y que desde el 1 de enero de 2014 sus ciudadanos son tratados en el mercado laboral como ciudadanos europeos de pleno derecho.