Luisa Longas Bernat es una de esas personas que raramente uno tiene la suerte de conocer. Asomarse a su vida y a las circunstancias que le tocaron vivir, es descubrir a alguien a quién las dificultades —físicas, familiares, políticas y de todo tipo— lejos de amilanarla la empujaron a enfrentarse a ellas, una tras otra sin reparar en esfuerzos. La tuberculosis ósea que le fue diagnosticada de niña y que la mantuvo postrada cuatro años, fue el inicio de lo que sería una existencia marcada por el dolor. Pese a eso nada le impidió trabajar activamente en pleno franquismo en el sindicato CC.OO. y en el PSUC (el partido más combativo en Cataluña en aquellos años). Por si fuera poco, buena parte de su lucha fue en la clandestinidad. Longas fue una de las pocas mujeres que formaron parte del primer gobierno democrático en el Ayuntamiento de Badalona. Aquella primera hornada de ediles que formaron parte del gobierno municipal encontró casi todo por hacer pero supieron darle un vuelco a unos municipios donde faltaban hasta los servicios más básicos.