La autora narra episodios de la adolescencia y juventud de Lucía, su personaje, en convivencia con su padre, su madrastra y sus hermanos. Nos trasmite la tristeza y el abatimiento producidos por una serie de dramáticos conflictos familiares originados por la angustia de un padre atormentado desde la trágica muerte de su esposa, la enfermedad de su hermano mayor y el desamparo de su hermana pequeña. Discrepancia entre el deseo de buscar su camino y el profundo anhelo de querer ayudarlos. La autora describe su estupor a su vuelta al hogar paterno después del desarrollo psicológico y mental experimentado en su estancia en Londres. El hilo invisible que la une a sus hermanos y a su padre continúa inexorable y palpitante, dominando sus emociones, una vez casada, como madre y esposa, y ya viviendo en Alemania.
Lucía no abandona nunca su responsabilidad enfrente de ellos y la trasmite a través de una asidua correspondencia. En sus recuerdos, nos ofrece un toque de ternura en una atmósfera mágica. Estilo sobrio, sincero y emotivo, entrañando asimismo una gran calidad narrativa.