Al igual que otras mascotas del barrio, Sansón, el chihuahua del Licenciado Ricardo Beltrán ha desaparecido sin dejar rastro. Su dueño, un hombre culto, obsesivo, admirador a ultranza de la obra de Arturo Pérez-Reverte y que sueña con la regeneración de España, centra las sospechas por las extrañas desapariciones en el chino que regenta el restaurante instalado en los bajos de su mismo edificio.
Durante nueve frenéticos días –los mismos que restan para la presentación de la nueva novela del escritor cartagenero-, el titánico esfuerzo realizado por Beltrán para recuperar con vida a su mascota irá desencadenando una serie de acontecimientos y terribles confusiones, en las que se verán involucrados un grupo de nostálgicos del franquismo y un altísimo cargo del Estado, que lograrán colocar a España al borde del abismo.
Una novela escrita con humor y mala leche. Una comedia gamberra con influencias de Wilt, La conjura de los necios, Lo mejor que le puede pasar a un cruasán e, incluso, Don Quijote de La Mancha. Todo ello condimentado con pinceladas de aventuras de cómics –Mortadelo y Filemón– y unos gramos de cine casposo –Torrente-.
Tras ser rechazado el manuscrito de Maldito Chino por varias editoriales -alguna de las cuales, incluso, llegó a lanzar el original por la ventana a modo de contestación-, y después de ser tildado de gamberro, indecoroso y ofensivo, ahora por fin consigue ver la luz.
Aviso importante: antes de comenzar la lectura, el autor recomienda leer las advertencias que se señalan al inicio de la novela.