Manantial de fuentes claras es una obra poética viva, valiente, reflexiva, emocional, sensible e inteligente. Por sus páginas deambulan multitud de temas de forma más o menos velada, como el amor y el erotismo, el análisis introspectivo de las emociones y los sentimientos, la náusea existencial, el paso del tiempo y la nostalgia, la crítica social, o, simplemente, la grandeza estética de la naturaleza. Destaca especialmente por su lenguaje sencillo, cotidiano y vital y por la extraordinaria descripción de sentimientos, emociones, fantasías y reflexiones en pocas palabras. Podríamos aseverar, en tal sentido, que reúne, en mayor o menor escala, lo que Neruda, en sus memorias, citaba: «Al poeta debemos exigirle sitio en la calle y en el combate, así como en la luz y en la sombra».