En el presente trabajo se destaca la importancia que tiene la genética en el proceso formativo de los profesionales en Ciencias Naturales y para quienes se interesen en el conocimiento de que el ADN es la molécula portadora de la información hereditaria. Las prácticas de laboratorio son un elemento primordial del aprendizaje de la genética, constituyen una experiencia vivencial que promueve la apropiación de los conocimientos, dando paso a un proceso de aprendizaje-enseñanza activo, participativo, colaborativo, que favorece el desarrollo de habilidades cognitivas-socioafectivas, como el manejo de técnicas, instrumentos, reactivos, equipos y aparatos. Estas prácticas permiten al educando y al profesor trabajar con organismos vivos como la mosca de la fruta Drosophila melanogaster, que sirve como modelo biológico para investigar la genética clásica, comprender los mecanismos citogenéticos en los que participan los cromosomas, la dinámica cromosómica para generar células gaméticas y desarrollar zigotos con un material genético equilibrado en su expresión genotípica y fenotípica. La comprensión de la genética permite dilucidar claramente los fenómenos biológicos de la expresión de la información hereditaria y de cómo influyen estos en los seres vivos, tanto a niveles estructurales como de su desempeño fisiológico. Estos conocimientos sientan las bases conceptuales para explicar el fenómeno de la evolución, al ser promotores de la diversidad y de las adaptaciones de los organismos al ambiente. Este manual tiene las siguientes finalidades: introducir al estudiante al campo de la genética y prepararlo para realizar investigación y brindar orientación pedagógica a los docentes investigadores que imparten la asignatura del ciclo formativo para lograr los objetivos propuestos en las áreas de las ciencias naturales relacionadas con la genética desde los niveles básicos hasta los avanzados.