Marcas de una sombra es una obra poética inspirada en la penumbra del pasado de una joven que a temprana edad recorrió el camino de la pérdida personal donde los monstruos persiguieron su presente hasta dejarla arrojada en un sillón sin apetito por la vida. A lo largo de la composición de los versos, se encuentra la fragilidad, la etapa de negación, el desamor y el juicio, frente a los obstáculos vividos. Así mismo, en la poesía de este libro tiene un contraste de la etapa de infancia y adultez, que corrió tras la chica inspirada en los versos. Por consiguiente, en medio de la oscuridad, logró asimilar la guerra perpetua detrás de sábanas, el alcohol, el amor, el desespero y el éxtasis del abatimiento del alma. A su vez, la melancolía no era una opción en su andar, pero el desespero por encontrar la calma era su refugio cada noche en compañía de un café y la luna. Este libro no solo contempló la soledad a causa de un vacío frenético por la desaparición de alguien cercano, sino la manera de reparar la tristeza y surgir en el llanto; los procesos de aceptación son una forma de encarnar el pasado y agudizar los actos del presente. Por esa razón, la poesía derramada en este libro solicitó ir a la profundidad del dolor humano para interpretar los huecos mentales y la inestabilidad física a partir de la separación del espíritu.