Pantita relata la historia de “Martina”, una pequeña que desde sus primeros años se percata de que su pensamiento está atrapado en un cuerpo femenino y eso la convierte en víctima del desprecio, discriminación y maltrato de varias personas que forman su entorno más cercano: su propia familia y sus maestras. Costumbres que eran más acentuadas hace unas décadas, sobre todo en el ambiente campirano de México. Martina lee desde muy temprana edad, libros relacionados con Filosofías de Oriente. Se involucra después con los Clásicos Griegos y enseguida se apasiona con la Metafísica. Después de unos años se da cuenta de que sabe menos de la vida que cuando empezó su afición a la lectura. Obtiene más preguntas que respuestas. Martina conoce a Pantita, otra colega mexicana que estudió mucho, pero tampoco sabe nada… una cosa es estudiar y otra cosa es aprender… Aun así, Pantita trata de ayudarle a relatar estas historias. Se entienden, pues ambas son mujercitas nacidas en pequeñas poblaciones de México. ¿Reencarnación? ¿Danza Cósmica? ¿Karma? ¿Infierno? Pantita ofrece a su amiga servirle de Sicoterapeuta. La escucha y le ayuda a extraer, desde los más lejanos recuerdos, sus experiencias más difíciles. Plasma en tinta esas vivencias. Y lo hace con la esperanza de que después de leer este libro, el lector o la lectora haga lo posible para que ninguna niña o niño vuelva a ser maltratado física o psicológicamente. Ése sería el mejor premio para este escrito. Y se justificarían los años de trabajo y miles de cuartillas de papel estropeadas al redactar estas historias. Y estas dos mujeres aseguran que escribirán la continuación de la vida de Martina.