Una profunda y lúcida reflexión sobre la amistad entre dos generaciones. La historia se sitúa en Canillejas, un barrio de Madrid de los años 1960.
Anabel, la protagonista, se siente rara, infrecuente, marginal; un ser oprimido y extremadamente sensible que sobrelleva su soledad sin desesperanza, pero con la liberación de un mundo imaginario. Todo lo que ocurre está en el interior de ella misma. Anabel camina su senda vital y reflexiona. La pequeña desconoce el modo de encajar en este universo lleno de prejuicios y normas. Un día entabla amistad con Martina, la vecina entrañable, que con sus historias sumerge a la pequeña en un mundo imaginario de la mano del capitán Stuart. Anabel, Martina y Stuart descubrirán el lugar más significativo del ser humano. La familia, la amistad, la enfermedad y la perdida forjarán su personalidad.
El atractivo de la novela reside en el modo que tiene Anabel de alcanzar su identidad. El personaje narrador cuenta su experiencia desde la madurez.