Salvador, como muchas personas, llevaba toda la vida viviendo desde la no consciencia o responsabilidad de sus actos. Sin embargo, forzosamente tiene que enfrentarse a una adversidad vital, lo cual condiciona su nueva etapa de vida, sobre todo en su relación sentimental con Solangel, su pareja.
A partir de entonces, todo lo que hace él, responde o tiene consecuencias en su salud. Llega a un estado de deterioro emocional tal, que su vida se pone en peligro. Su hundimiento le lleva a tocar fondo, fondo de lodo, bajo las aguas turbias de su vida. Aprovecha la oportunidad y convierte esa oscura circunstancia en plataforma de lanzamiento. Toma impulso, emerge ya siendo otro.
Fuera de sus propias aguas, toma distancia; y desde otra perspectiva ve el océano, su vida. Tal parece que fuera otro, o acaso, su vida, otra. Entonces revisitará o reeditará cada capítulo de su vida pasada, incluso, los episodios por vivir, desde el compromiso y la responsabilidad existencial.
Trasciende. Se convierte, así, en maestro y guía emocional de sí mismo y de todo el que habite su mundo. Termina publicando la novela de su vida, devenida en una especie de útil decálogo emocional.