La obra abre un itinerario por la costa mazarronera desde El Mojón hasta Parazuelos, guiados por la admiración y sentimiento poético hacia el paisaje ribereño, descubriendo bondades que van surgiendo en su recorrido.
Simultáneamente, se rememoran costumbres y formas de vida del pasado reciente, de alta repercusión social en la zona.
Es una propuesta, con todos los alicientes, para disfrutar de un entrañable viaje literario, invitando al lector a sentirse por momentos marinero, gaviota, faro, barco, bañista, viento, playa, mar, punta, brisa, yodo, salinas, amanecer, rambla, navegante, otero, isla, ola, sierra, niña del Hogar, agricultor de El Alamillo, roca, monumento, trabajador o cliente del bar La Peña, torre, empleado de la fundición Santa Elisa, templo, excursionista de domingo de Resurrección y hasta beodo en prácticas de botellón en la playa; todo ello desde una empatía profunda, un animismo sublime, y haciendo compatibles las imágenes de las palabras con las palabras de las imágenes que conforman este libro.