Como si de un periódico se tratara. Hace más de 500 años. Tan sólo para acercarse a cómo era la vida en aquella ciudad de Antequera, para saber qué les pasaba a sus vecinos cada día, cada año, para averiguar el porqué. Un buen camino a recorrer podría ser acercarse a la lectura de estas actas capitulares que recogen las reuniones celebradas por el gobierno local. Se trata, en gran modo, de parte de nuestro patrimonio documental e histórico, que aquí aparece renacido, con el objetivo de desvelar algunas de las aristas de la historia, ocultas sólo por el paso del tiempo, en torno a la vida cotidiana de un pueblo y al poder municipal que lo gobierna. En cada página, al pasar de un folio a otro, todo parece resumirse en la voz de un pregonero, cuya figura histórica, quizás algo olvidada, ocupa algunos de los párrafos de este estudio, y también en la mano de un escribano mayor, gracias a la cual hoy se ha conservado toda una rica información contenida en un documento como este, que se muestra vivo después de tantos siglos; en unos viejos papeles que, en realidad, forman parte de la memoria de todos.