Se describe aquí, con urgente necesidad, antes de que el tiempo cierre la puerta de los recuerdos de primera mano para siempre, el legado de aquellos —nuestros padres y abuelos—, que por su exigua relevancia social, viajaron al silencio de la historia, sin otra consideración que el olvido. Aquellos que transmitieron en voz baja y trémula, a sus hijos y nietos, los acontecimientos por ellos vividos en la época en la que les tocó vivir. Una época convulsa, de revoluciones y contrarrevoluciones; de guerra y de hambre; de penas, adversidades y persecuciones.
Para ello, ha llevado a cabo una investigación profunda en archivos, en los periódicos de la época —hoy digitalizados en hemeroteca virtual—, en los libros de primera mano, y sobre todo en los relatos de medio centenar de personas nacidas en los años 10, 20 y 30, que aportan un testimonio fiel de sus vivencias, concurriendo todos ellos en los mismos planteamientos, bajo ópticas diferentes, pero coincidiendo básicamente en los hechos.