«No podía evitar esa sonrisa ingenua que salía de pronto al mirarnos ni las mariposas en el pecho que al final no eran eso, sino lujuria. Tampoco morderme los labios al desear un beso ni la taquicardia cuando me llamabas. Tú no querías enamorarte, pero yo era el reflejo de lo que sentías».
Aurora Solano nos cuenta partes de su historia con el amor y el desamor. Es amante de la mente y sus juegos, de bailar por la vida al hacer música con las piedras que va encontrando en su camino. Disfruta la libertad de volar e ir a donde quiera sola o acompañada, otras veces se deja llevar por el viento, sus deseos y todo lo que la estremezca.
Y mientras escribe las experiencias, toma unas copas de vino para digerir el destino. Este libro es una invitación, ¿la aceptas?