Los azotes de la vida suelen aparecer por sorpresa cuando no estamos preparados para hacerles frente. Convertirse en cuidador de un enfermo de alzhéimer o de un descendiente con discapacidad mental supone convivir en una desafiante situación que puede llevarse por delante nuestros más elementales sentimientos. Pero también puede reconciliarnos con una actitud más positiva. El narrador de este libro nos cuenta su experiencia como cuidador de cinco familiares dependientes coincidentes en el tiempo. Nos habla de sus logros y a la vez de sus errores. Nos habla, en definitiva, de su aprendizaje para atenderlos mejor, como también para cuidarse a sí mismo con dignidad. El relato está basado en hechos y pensamientos reales; es profundamente humano y un auténtico ejemplo de superación personal, donde el buen humor está presente a lo largo de toda su lectura.