El año 1561 un grupo de 90 exploradores españoles, a la cabeza del capitán extremeño Ñuflo de Chaves, fundó la ciudad de Santa Cruz de la Sierra en la frontera de los territorios de dos grupos nativos enemigos a muerte. Uno de esos grupos asesinó al fundador, por lo que, el virrey del Perú, nombró a un nuevo gobernador, quien llegó a la ciudad con su joven sobrino.
La rivalidad entre el nuevo gobernador y el exgobernador dividió a los pobladores en dos bandos, el de los “recién llegados” y el de los “fundadores”. Para colmo de males, el sobrino del nuevo gobernador se enamora de la sobrina del exgobernador e hija del fundador Ñuflo de Chaves, amor prohibido que se convirtió en el detonante para que estalle la guerra entre ambos bandos, levantando “los fundadores” su espada contra el rey de España…, con trágico desenlace.