Barro modelado
Poco a poco la vida se acaba,
¡comenzó hace tanto tiempo
que apenas recuerdo nada!
Solo sé que en un principio
hubo un segundo, un momento.
Que comenzó a vibrar
en un profundo sentimiento.
De aquel principio hasta hoy,
¡ha pasado tanto tiempo
que no puedo recordar!
Solo sé que estoy viviendo.
Hubo un principio, una vez.
Hubo muchas vivencias,
vinieron las consecuencias,
unas de otras en pos.
Las cadenas que no acaban,
unas tras otras unidas,
son el futuro de las vidas
que nos ofrece un destino.
Aunque por distintos caminos,
todos con el mismo fin:
la constante evolución.
Arrastrando la imperfección,
como barro de alfarero,
que a fuerza de modelar,
con trabajo y con tesón,
saca un trabajo perfecto.
Así es la vida del hombre,
que por la tierra camina,
con un cuerpo modelado,
con un alma que es la vida.
Con una idea vibrante,
en cada trozo de arcilla.