Entre tantas cosas tristes que nos ha traído esta pandemia, está la de que unos abuelos no puedan conocer a sus nietos recién nacidos. Se me ocurrió escribir
este cuento para poder explicárselo a los niños, sin drama, pero con realidad. Y resaltar también que la tecnología es muy necesaria, pero nunca suple a las relaciones personales.
Biografía: