Después de cuarenta años del fallecimiento de Marcos, su amiga Elisa empieza a percibir señales y sensaciones que le llevan a su amigo. A través de constelaciones familiares y el movimiento de energías consigue contactar con su amigo muerto. Esto la llevará a cambiar su estilo de vida, del materialismo a la espiritualidad y a tener un nuevo concepto de la muerte, desde el amor incondicional y no desde el sufrimiento.