Un caso en el convulso norte de África de 2011 casi le cuesta el pellejo al detective privado Rafael Guerrero. Para olvidar lo ocurrido y resarcirse de las heridas decide escaparse unos días a un país centroeuropeo para descansar, pero sin ser muy consciente de los hilos que mueven las tramas, dará comienzo una nueva investigación que le hará recorrer miles de kilómetros en busca de dos huidos que se esconden por diferentes motivos o quizá por el mismo. Túnez, Madrid, Suiza, Hungría, Barcelona y finalmente Brasil serán testigos y en ocasiones protagonistas de las investigaciones, elucubraciones, enamoramientos y desmoronamientos de este personaje tan real como el asunto que lo lleva de un continente a otro, y tan ficticio como este género lo permite. Que es poco, aunque parezca mucho. Y sí, al final Rafael Guerrero vuelve, vivo o muerto.