La institución municipal o Estado Municipal, como lo denominó Giner de los Ríos, para cumplir el fin social de los individuos, necesita un alfoz o espacio físico. La causalidad histórica preconiza que los hombres se han desplazado y han migrado en busca de una superficie. Geografía e historia son los parámetros condicionantes de la dinámica vecinal. Por todo, los nombres de los municipios están definidos por estas dos variables. Recorrer la cartografía municipal, aprehendidos sus nombres, es un paseo por el campo, el idioma y la cultura. Los topónimos, onomásticos o gentílicos son como los apelativos de las personas, y, como estas, nacen, se desarrollan y se extinguen. Ambos, personas y municipios, conforman la identidad de los pobladores que portan nombres y apellidos o sobrenombres.
Patronímicos y gentilicios convergen con los arabismos, y todos configuran los 8131 municipios españoles, que exhiben como nota descollante la desigualdad y heterogeneidad. Así, renovaron el bíblico acto del primer hombre terrenal al dar nombre a los seres de su entorno. Con este «bautizo» de palabras inconexas en su origen, el mapa peninsular se saturó de albercas, alcántaras, almunias, aldeas, medinas y zafras. Todos se integraron en distintos alfoces y se desarrollaron ya con nombres y sobrenombres. Estos arabismos fueron vocablos de «conquista»; los de «reconquista» o cristianos fueron los que principian por san, santo, santa o sant.
Todos construyen el paradigma que se estructuró a principios del siglo XX, provocando un reajuste que desembocó en la desaparición de más de un millar de consistorios. Posteriormente, y a lo largo de este siglo, los municipios han sufrido nuevos cambios: fusiones, segregaciones, agregaciones y alteraciones de su alfoz, siempre con el denominador común de cambios de nombre y/o sobrenombres.
Con todo, no pocas corporaciones se escapan de este patrón de denominación. Por ello se contemplan municipios con formas gramaticales diversas: artículos, verbos, preposiciones, así como diminutivos dicotómicos o sobejanos, entre otras muchas acepciones.