Si hablamos de un país cuyos habitantes han sufrido hasta el límite en el siglo XX, podemos estar refiriéndonos a Rusia. El dolor de una población se suele medir por las guerras que ha sufrido y el número de muertos, y nos olvidamos de las épocas tan amargas y prolongadas que les ha tocado padecer a sus ciudadanos, una vez han firmado la paz sus líderes.
Nadeida, el Cisne no es una novela sobre las guerras de Rusia, sino sobre las generaciones de familias que sobrevivieron sufriendo cambios en los tipos de Estado. Unos, envueltos en la miseria, y otros, tratando de ocultarla añorando los años de la Rusia Imperial.
La música, la brujería, el ballet y la ley, a veces emponzoñada, envuelven una historia de amor apasionada y cruel, que difícilmente podía finalizar de otra manera.