El continente africano está cambiando en varios aspectos: visibles e invisibles. El camino hacia la emergencia, que están siguiendo los países de África occidental, es uno de los aspectos más visibles. Ahora más que nunca, Nigeria, Costa de Marfil y Senegal tienen todos los elementos
necesarios para dejar de ser socios del club de los países menos desarrollados. La estabilidad política, la buena gobernanza de los estados, un sector privado más activo y el crecimiento de la clase media son indicadores, entre otros, que señalan este cambio de rumbo.
En el contexto actual, donde la tecnología juega un papel cada vez más crítico en la gestión de las organizaciones, también es interesante ver como la población africana ha adoptado este modelo para resolver sus problemas: pobreza, guerra, salud…