«Memorias noveladas» sobre la guerra civil, la posguerra y la incipiente democracia en España, en las que se imbrican tres vivencias generacionales —con el telón de fondo de la crisis del coronavirus—, cargadas de realismo, emoción, humanidad, y entreveradas por costumbristas chispazos de humor.
«No hay tiempo para el llanto de los niños construye un vibrante retazo de memoria familiar, individual y al mismo tiempo colectiva, que dice mucho de quiénes somos y por qué somos como somos».
Carlos Aganzo