Cata pasa su niñez en el barrio madrileño de La Latina. Con un padre bebedor y violento y una madre despegada de la realidad, su única ilusión es soñar con que su vecino David, al que idolatra, la saque algún día de tanta sordidez. Pero él se fija en mujeres muy distintas, como la mejor amiga de Cata, Ángela. Cuando Ángela la traiciona, Cata toma una determinación: se convertirá en otra persona, se vengará de ella y lo conquistará a él.
De la noche a la mañana, deja atrás a la niña buena que fue, primero en Madrid y luego en París. La primera vez que se levanta junto a un amante del que no recuerda el nombre, decide llevar una lista con todos los hombres que pasen por su vida.
El retrato de Cata se va perfilando página a página a través no solo de su voz, sino también de la de diferentes personajes. Su historia es la de tantas mujeres que, marcadas por una niñez difícil, no son capaces de creer en sí mismas y necesitan reafirmarse a través de los ojos de los hombres. Incluso aceptando lo inaceptable. En definitiva, Noventa y nueve hombres es un relato de cómo lo que vivimos en la infancia marca el resto de nuestras vidas.