Nunca dejes de latir es una historia de amor que logra sobrevivir a cualquiera de las adversidades que le pone la vida, en una España de entre los años 1950 y 1970; una época en la que la mujer venía con un manual debajo el brazo desde su nacimiento. Estaba cargada de normas impuestas por el gran peso de un régimen donde la religión, el catolicismo, tuvo, y sigue teniendo a día de hoy, mucho poder en España.
Fue un modelo de gobierno muy similar a Alemania, bastante rígido y cuadriculado, sobre todo para el avance intelectual que tanto ansiaba la mujer.
La educación impuesta para la mujer estaba basada única y exclusivamente en el aprendizaje de cómo ser una buena esposa y madre, ahí terminaba su misión, no interesaba que supiera más.
Las creencias tenían mucho poder y condicionaban aún más para poder prosperar en su día a día. Todo esto sin remedio fue pasando de generación en generación, haciendo daño incluso a día de hoy a muchos de nuestros hijos y nietos.
En esta novela prevalece el amor y la superación, pero como todo en esa época, con todas sus dificultades, aunque en esta ocasión, por suerte, Nuria, la protagonista de esta historia, encontró el amor verdadero y forjado a fuego lento, de los que son para toda la vida.