Skandar tiene su vida perfectamente organizada: por las mañanas asiste a clase en la Facultad de Medicina, y por las noches se encarga de dirigir una peligrosa banda callejera, bajo el pretexto de proteger la ciudad en la que vive. Pero, cuando Violet aparece en su vida, todo su mundo se da la vuelta y comienza a girar en torno a ella, desatando poco a poco una fuerte obsesión. Violet acaba de mudarse a la ciudad con su mejor amiga para acudir a la universidad y para huir de la monotonía del pueblo en que nacieron. Sin embargo, la vida en su nuevo hogar no resulta ser como ellas esperaban, sobre todo cuando conocen a Skandar, un chico reservado y extraño, a los amigos de este —todos igual de raros—, y a Dominik, quien resulta ser su vecino y que, además, acaba de recibir una paliza de una banda callejera, la cual parece estar desatando una ola de violencia en las calles. Con el transcurso de los días, Violet se siente cada vez más confusa, pues le atraen ambos chicos. Pero la excesiva atención que Skandar le presta, así como una serie de acontecimientos con un final nada agradable, hacen que Violet se replantee su extraña relación con él, ya que empieza a entrever algunos indicios de que su personalidad podría ser mucho más peligrosa de lo que le quiere hacer creer. Skandar, por su parte, intentará hacer todo lo posible por evitar que Violet conozca su verdadero yo, y por retenerla a su lado a toda costa, descendiendo hasta adentrarse en una espiral de violencia y locura que amenaza con destruirlo todo a su paso.