Hay alucinados que creen que los ángeles de la Biblia fueron extraterrestres, que la destrucción de Sodoma se debió a seres de otros planetas, que un OVNI condujo a los Reyes Magos hacia Belén, que Noé era hijo de un visitante del espacio exterior… e interpretan algunos pasajes de El Ramayana hindú como presuntas evidencias de antiguos avistamientos OVNI. Pero la continuidad de las creencias cristianas agonizantes no tiene tanto el sentido según el cual los démones fueran extraterrestres, como sugieren tantos «ufólogos», cuanto el sentido de que los extraterrestres son los démones helenísticos.