En tiempos tan llenos de egolatrías, llega a mis manos una oferta, un brindis a la salud del alma. En Panes y vino para todos, poesía y amor para invitados, la poeta invita al lector al tin tin que brinda a la existencia cantada, en versos de realidad vivida, sentida, palpada, tanteada. Son destellos de instantes que denotan una trayectoria, pero no en orden cronológico, que induzca al lector a participar de impresiones del instante. De poema en poema se va revelando, dejándose ver, haciéndose ser, dejándose saber, en versos que circulan por infinitos campos del mar, por los herméticos campos del amor, por los caprichosos campos de la pasión, por los alegres campos de girasoles, por los seguros campos de los puertos, en fin, poesía vívida, real, evidente, que nos acaricia el alma y nos atrae cerca de la mesa en la que serán servidos panes, vino, poesía y amor.