El presente relato está atravesado de punta a punta por la célebre línea fronteriza entre realidad y ficción. Tomando como trasfondo los ochenta años de historia de un barrio popular, Brecha desarrolla una fábula urbana en la que un niño con limitaciones y facultades fuera de lo común asimila los tiempos cambiantes de su entorno con una profundidad capaz de convertir sus percepciones en algo vivo.
El barrio homenajeado en estas páginas es Ca n’Oriac (al norte de la ciudad de Sabadell, perteneciente a la provincia de Barcelona), pero podría ser cualquier otro de los que se generaron a partir de la posguerra, cuando comenzaron a recibir oleadas migratorias llegadas desde el sur del país para ganarse un puesto de trabajo en la floreciente industria catalana.
Después de publicar las novelas Pólvora consagrada y Marginalia, el propio autor reconoce Paraíso de Alquitrán como un pequeño paréntesis en su trayectoria literaria: una obra breve donde la fantasía ácida y transgresora característica de los textos brechianos cede paso a un planteamiento igualmente imaginativo, pero adaptado a un escenario real y cercano.
El beneficio económico de la venta de este relato será cedido a la Associació TEA (trastorn de l’espectre autista) Vallés Occidental.