Pasa el tiempo se escapa la vida Así será hasta el fin de los tiempos.
Debemos concienciarnos en que «Ninguno hemos pedido Nacer, pero Ninguno queremos Morir» Tener la certeza que todos tenemos un tiempo determinado para aportar nuestros valores y disfrutar, segundo a segundo con todo aquello que aporte felicidad a todos los que nos rodean, como consecuencia de nuestros actos.
Cuántas veces hemos oído decir «No tengo tiempo para nada» «Mi día debería tener más horas» Lo cierto es que todos tenemos las mismas 24 horas y lo que nos diferencia a los unos de los otros es el uso que damos a nuestro tiempo.
«Hay que ver cómo pasa el Tiempo» oímos frecuentemente y no nos damos cuenta que el tiempo no pasa, que los que pasamos somos nosotros. Nos sentimos mayores al pensar la edad que tenemos, los años que hemos cumplido, sin darnos cuenta que deberíamos ser felices y vivir día a día como si fuese el último que nos queda.
Pasa el tiempo se escapa la vida se centra en la vida acomodada de un matrimonio madrileño de clase social alta y que viven para trabajar en lugar de trabajar para vivir. Luis, experto ingeniero informático en una de las mayores multinacionales del sector; su esposa, Carmen, reconocida doctora que trabaja en las urgencias de un hospital y de su hijo Carlos, que estudia en un colegio privado y no disfruta de tener una familia con la que compartir sus juegos, preocupaciones, alegrías.
Un fin de semana en una posada rural en Cantabria hace que esta maravillosa familia conozca otra forma de afrontar la vida y les genera una ansiedad por plantearse cambiar su actual forma de vida. Aprenden a que no es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita.
Es una experiencia única que nos lleva a recapacitar sobre lo que hacemos y lo que de verdad necesitaríamos hacer para alcanzar la felicidad plena.
Todo se resume en que, cuando nos vayamos de este mundo, nos harán una gran pregunta.