Cuando el mundo parece caer y el corazón no se aclara, la mente no descansa. Paras, observas y te das cuenta de que el mundo no para de dar vueltas mientras tú estás en el mismo lugar, quieta, sin más. Cada pedacito de los sentimientos que todos llevamos dentro, o en un lugar no muy lejos, se convierte en poesía, una expresión del alma buscando ser comprendida. En cada página esperan resonar con quienes lo leen, con aquellos que alguna vez se han sentido igual. A veces la vida es tan asombrosa que cada pedazo del corazón se convierte en una melodía, una canción o una simple poesía. La vida puede tener obstáculos, pero incluso en los sitios con más oscuridad se puede encontrar la belleza porque «es necesario un velo de noche para apreciar la belleza que la luz diurna no puede revelar».