Un bache en la carretera, una mosca en tu sopa, la escasez de sal en tu huevo cocido en las mañanas, una canción, un orgasmo, un capricho, un mal grano en tu cara bonita, beber cerveza un domingo por la mañana, alguna resaca con sexo, el capón del auto recaliente, la vecina con el volumen alto de su radio, un teléfono, lo que queda de comida en el fondo de tu muela, no pagarle lo correcto a la prostituta, el estancamiento del tránsito en la avenida, haber perdido el boleto o el nombre de algún medicamento.
Hay múltiples y sencillas cosas por las cuales una persona puede cometer un asesinato o un suicidio. Bellas cosas y malas cosas.
Piel Morena trata de cuatro asesinos que se fugan de la cárcel por el agujero de una rata. Una vez fuera, tratan de raptar un bebé recién nacido para expenderlo, pero la ambición hace que se ajusticien uno a uno y logren conocer a Lucy, una adolescente que hará lo imposible para defender a su hermanita recién nacida, hasta que llega a manos de lo que llaman justicia y sucede lo que nadie se imagina. ¡Un asesinato!
Para que una persona o algo esté dispuesto a matar necesita estar preparado para morir.