Lo que en realidad me compensa del esfuerzo que supone publicar un libro no es el dinero que recibo con la venta de cada ejemplar, es saber que quien lo compra no lo hace porque está de moda y acaba cubierto de polvo en una estantería; lo adquiere para leerlo, compartirlo y hacerlo suyo. Por eso, cada entrada en mis blogs, cada comentario, cada lectura, es el mejor regalo que puedo recibir y el acicate para seguir escribiendo.
Cuando constato que más de dos millones de personas me han obsequiado con sus visitas y comentarios, no puedo menos que considerarme afortunado; afortunado por hacer lo que me gusta y poder compartirlo con todos aquellos que son mis amigos. Espero que Plenilunio os ilumine el alma en esta noche sin estrellas que amenaza con ser eterna, ¡brindemos por ello!
Biografía:
Hace diez años que empecé a engendrar Jardines descolgados, un libro concebido con Shemirramis —mi álter ego—, esa mujer que todos los hombres llevamos en el alma, pero que muchos maltratan
y acaban extinguiendo. Dos años más tarde, empecé a hilvanar Lenguas de fuego, un poemario de amor y pasión que rompía moldes y esquemas. Se me acusó de «antipoeta» y mercenario del verso
porque no dejé que la trinidad académica (medida, ritmo y rima) coartara mi inspiración, al igual que los artistas del óleo rompieron con el realismo figurativo y crearon nuevos horizontes donde expresar sus emociones.
Hoy os presento mi octavo poemario que, tras Toque de rebato y Plenilunio, sigue quebrando moldes con su quilla, como un rompehielos atravesando los polos literarios. Espero que me acompañéis en este viaje hasta el final de la singladura y que de vez en cuando os volváis a sumergir entre sus olas.
https://joseluisposa.blogspot.com/