Julia Rovira vuelve a Gavà veinte años después y comienza a trabajar en el Centro de Historia de la ciudad. Siempre ha echado de menos al abuelo que no conoció, al abuelo que murió cinco días antes del nacimiento de su padre… Esa ausencia siempre la ha mortificado y la imagen que guarda de él es la que su familia le conformó a base de recuerdos.
Pero un día, en su nuevo trabajo descubre una foto donde aparece su abuelo junto a Francesc Macià. Y aquel hallazgo desencadenará una investigación que le permitirá conocer realmente a aquel joven idealista de los años veinte.
La novela se mueve en dos planos: la investigación de Julia en el presente y la vida de Martí, el abuelo de la protagonista, en el pasado.
Poco a poco, Julia irá descubriendo un abuelo muy diferente al que le habían hecho conocer y que, unas veces por principios y otras por necesidad, se vio implicado en los movimientos anarquistas e independentistas de aquellos años. Al mismo tiempo, Julia irá recuperando la infancia y la juventud que dejó abandonadas cuando marchó de la ciudad…
Una novela, por tanto, de recuerdos y de pasados.