A lo largo de nuestra vida y, por tanto, de nuestra carrera profesional, tenemos que adaptarnos constantemente a los cambios que se presentan. Gran parte de esos cambios están estrechamente vinculados a la edad. Enfrentarnos a ellos nos lleva al desarrollo personal. En la carrera profesional, ese desarrollo sigue una «norma» o lógica general: primero, experimentar; después, comprender; luego, gestionar y, finalmente, influenciar. La evolución, el desarrollo y la norma forman una base sólida para una gestión consciente de la edad.
Pero, obviamente, en la vida real, el camino no es siempre una línea recta, pues hay desvíos, retrocesos, momentos caóticos e incertidumbre. Es precisamente en esas situaciones donde esta guía cobra su mayor fuerza y sentido, ya que nos proporciona un punto de referencia, una base a la hora de orientar o «sacar a flote» carreras «atascadas».
Aspectos como el aprendizaje permanente, la evolución del poder, la gestión de los errores, el control de fortalezas y debilidades personales o las consecuencias de la permanencia en la zona de confort, entre otros, serán claves a la hora de explicar toda esta compleja —y apasionante— relación entre la edad y la carrera profesional.