La posverdad y el emotivismo descubren un camino para interpretar nuestro tiempo. Ambas realidades giran en torno al relativismo en general, por lo que considero que tanto el aspecto intelectivo como el volitivo revisten especial importancia. La deriva de nuestro tiempo no es debida solo a una opción racional en contra de la verdad universal, sino también a un naufragio de la voluntad.
Puesto que se trata de un asunto de gran calado y extensión, me he limitado a buscar los grandes porqués de ambas realidades para concretar después las consecuencias que han originado en el pensamiento actual. En unas cuantas páginas, no se puede agotar el tema de la posverdad y el emotivismo; pero he procurado que sea pedagógico el contenido y que el lector reciba, por lo menos, ideas claras sobre asuntos tan complejos.