La sociedad del conocimiento demanda de las universidades un cambio relacionado con la formación del profesional de un modelo basado en la racionalidad técnica, a un modelo que promueva una actitud crítica y reflexiva en relación a sus prácticas.
Es evidente el requerimiento de una transformación integral de todos los entes que inciden en el desarrollo de un país, siendo las universidades las que rigen el quehacer profesional, garantizando la aprobación, por parte de los estudiantes, quienes constituyen la clave para la formación y desarrollo de una profesión a través de las prácticas profesionales.
Esta obra se enmarca dentro de una serie de investigaciones que el autor ha venido trabajando desde hace varios años, de tal manera que la misma busca darles soluciones a muchas preguntas sin respuestas relacionadas con las prácticas profesionales.
Las mismas han originado nuevos paradigmas ampliando las perspectivas curriculares, que conllevan a dar respuestas a una sociedad cambiante, así como también a las mejoras en los contenidos programáticos y en el desarrollo de las prácticas profesionales. Todo esto viene a favorecer la relación directa entre el sector educación y el sector productivo, optimizando la formación del estudiante y facilitando la incorporación del profesional al mercado laboral.