Tras una infancia llena de sucesos extraños, el día de su decimosexto cumpleaños, Sidney Blacke horrorizó a todos los invitados dejando a la vista el cadáver de su amiga Ginna para luego desaparecer del mapa por varios años.
Con una nueva identidad, decide instalarse en Nueva Orleans, donde da rienda suelta a sus impulsos e ingenio.
Mientras la policía investiga y persigue a un peligroso asesino que jamás deja pruebas, Sidney se comporta como una universitaria de lo más corriente, que se divierte y hace cosas normales con sus amigos.
Sin embargo, su gran inteligencia impresiona a todos sus profesores, especialmente al Dr. Derek Hatecraft, quien poco a poco se va acercando más a ella como si fuera un nuevo espécimen de estudio.
A Sidney no le preocupan ni él ni la policía hasta que un día aparece un cuerpo en el campus de su universidad, con la misma pauta que ella suele seguir, pero esta vez no era obra suya. Era un mensaje para ella.