La infancia es algo más que pañales, mocos y lágrimas.
Mucho más que aprender, jugar y reír.
Crecer y evolucionar en todo sentido es una tarea complicada, más cuando las líneas son trazadas por terceras personas que nada tienen que ver contigo y a quienes no les importas nada en realidad…
Recuperar nuestra parte infantil, desabrochándonos el alma e invitando a pasear a la niña o el niño que sigue dentro nos ayudará a querernos mucho más…
¡¡Bienvenidas al viaje de mi vida!!